El sueño de la madre de Josep Coll era viajar a Nueva Zelanda y la Polinesia Francesa, que consideraba que era lo más parecido al paraíso que había en el planeta. Sin embargo, el cáncer se lo impidió. Por eso, Josep Coll se propuso cumplir el sueño de su madre y de paso, recaudar dinero para luchar contra el cáncer.
Así nació RUTA AL PARAÍSO el último proyecto de Josep Coll en su lucha contra el cáncer. Un reto solidario que le está llevando en moto en solitario desde Barcelona a Bora Bora. Pero este no es el único proyecto del fundador de Red Points y músico barcelonés que recientemente se ha convertido también en inversor en IGEN, una startup que está obteniendo grandes éxitos en la lucha contra el cáncer mediante el uso de una terapia basada en la microbiota.
IGEN ha desarrollado un compuesto hecho de cultivos bacterianos no patógenos, que generalmente están presentes en la microbiota saludable. Este compuesto tiene como objetivo reequilibrar la microbiota en pacientes con cáncer. Este reajuste también mejora los pacientes calidad de vida y reduce los síntomas de caquexia — extrema desnutrición, atrofia muscular, fatiga…— de los pacientes.
Si IGEN se encuentra actualmente en la fase de ensayos clínicos para poder comercializar después su terapia, la Asociación Benéfica Anita, entre cuyos fundadores se encuentra también Josep Coll, es una realidad desde hace años. La Asociación Anita acaba de anunciar un acuerdo con el Hospital San Juan de Dios de Barcelona por el cual se compromete a la donación de 1 millón de euros en los próximos diez años.
Esa cantidad servirá para financiar la compra de un nuevo aparato de resonancia magnética intraoperatoria, que se instalará en el quirófano de neurocirugía del nuevo bloque quirúrgico del Hospital San Juan de Dios de Barcelona, cuya apertura está prevista en breve.
«Negocios y valores no tendrían por qué ir separados», explica Josep Coll, quien añade: «Como inversores y emprendedores tenemos la responsabilidad de apostar y crear proyectos que mejoren las sociedades en las que vivimos. Y pocos proyectos hay hoy tan importantes a nivel social como la lucha contra el cáncer, una enfermedad que nos ha tocado muy de cerca a casi todos nosotros. Creo que los emprendedores tenemos la obligación de dedicar parte de nuestra energía a empresas sociales».